Give me your laugh and teach me to dream.

miércoles, 13 de julio de 2011

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Te siento tan lejos, que siento que te perdí para siempre. Nunca lograré recordar el momento en el que dejé de verte con aquellos ojos de indiferencia, pero sin embargo, sé que siempre tendré presente aquellos momentos irrepetibles que se almacenan en mi mente, y que no quieren perderse por nada del mundo. Puedo ver aún aquellas conversaciones interminables en mi mente, y siempre sonreiré de la misma manera. Intuía tu sonrisa, no me preguntes cómo, pero podía hacerlo, y me gustaba aquella sensación. A veces, pienso qué hubiese pasado si todo hubiese sido diferente, si en vez de decir una cosa, hubiese dicho otra. Me hubiese gustado decirte tantas y tantas cosas en su momento, que siento que quizá la culpa fue de aquel miedo a estropearlo todo que me torturaba. En ocasiones, pienso que mis palabras nunca serán las acertadas para que las comprendas, que nunca llegaremos a entendernos, que el destino ya no quiso que nuestros caminos se cruzasen. Suelen decir que lo bueno se olvida, pero lo malo permanece, pero en mi caso, creo que de todo esto, recordaré todo, todo lo que pasamos, todos los minutos, y todo el amor que un día sentiste, lo guardaré todo, para sonreír pensándolo, para que, cuando no pueda más, recuerde de nuevo tus palabras, y continúe. Que seguirás siendo siempre la persona en la que piense cuando escribo, cuando haga esas cosas que tanto te gustaban, cuando oiga esa canción, que tardaré en olvidarte, estoy segura, pero, como una gran amiga me dijo, no se trata de olvidar, sino de recordar sin dolor. Y la vida sigue, y cada uno continúa a su manera, y me he dado cuenta. Simplemente, vi que, después de un amor, conservar una amistad es complicado, y más si sólo funciona una de las dos partes, si no lo intentamos, si no sentimos de verdad que debemos seguir juntos. Darte las gracias, por todo lo bueno, sería poco, y llorar por todo lo malo, se quedaría corto, y no me apetece llorar por algo que no merece la pena. Siempre me fue difícil decirte "te quiero", y nunca tendré la oportunidad, ni el coraje, de coger el teléfono, llamarte, y antes de que digas nada, decir que te quiero, de haber tenido la oportunidad, y haberla desaprovechado con un triste "adios", de haber pedido tanto, y haber dado tan poco. Sé que me arrepentiré de muchas cosas, pero me alegrará el hecho de haber conocido a alguien tan especial para mí, y el 

simple hecho de saber que tú estarás bien, me hará sonreír.

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