No soy ni una tia dura, ni una mierdas. Reconozco que soy muy sensible y sentimental. Trato de no alimentar fantasías para evitar momentos que sé que en un futuro me pueden llegar a hundir. Digo que no lo quiero cuando no es así, me autoengaño, pienso que soy capaz de pasar y olvidar fácilmente, porque realmente es lo que quiero, para que no se preocupen por mi, para no dar demasiadas explicaciones. No me gusta que la gente sepa todo lo que siento o pienso. Tampoco me gusta que la gente me vea mal, más que nada porque soy, he sido y seré una persona llena de felicidad, que contagio alegria y buen rollo. Pero tambien tengo derecho a tener mis días de bajón como todo el mundo, y me considero afortunada por todo lo que tengo, aunque eche en falta aquel tipo de felicidad. La que no me permitía estar de bajón de ninguna de las maneras.